Nadie es perfecto
He escrito tantos artículos estos días que no sé muy bien qué escribir. A veces me pasa, no puedo endulzar mis temas de trabajo y llegar al mismo nivel a mi newsletter. Nobody is perfect, como dicen en ‘Con faldas y a lo loco’. Lo dicen con otra intención pero explica muy bien que no, no soy Proust. Ni Saramago.
Sí que soy un poco Capote, porque el lunes tenía una cena en la Embajada Italiana, el martes tomaba un vino en el sitio de moda de Las Salesas -que acaba de abrir-, el miércoles cenaba en una casi cena de gala con un dress code en blanco y negro… Y el viernes, claro, cena y a bailar. Eso sí, nada como la Black and White Ball que dio el escritor en 1966. Ya no se hacen fiestas como las de antes. O como la de ‘El Guateque’, que suena de fondo en La 2 mientras escribo estas palabras.
Lo que sí me suceden a veces son cosas propias de novela, como toparme en la calle Almirante a una persona que conocí al día anterior -no me encuentro con ex-novios pero sí con nuevos conocidos-, que me inviten a cenar en la embajada más bonita de Madrid o acabar comiendo en un restaurante de moda al final de un concesionario al sur de la capital. El sábado teníamos reserva para cenar, la perdimos, y cenamos la hamburguesa que llevaba en mi cabeza desde el día anterior. Es que ni queriendo.
Me he propuesto estos días leer más a Proust y a Saramago -Premio Nobel de Literatura- para que, aunque no me queden energías, tenga un gran poso de buena literatura para escribir bien por aquí. Para que se me queden frases cómo esta de Marcel que lleva días en mi cabeza:
“Solo por el bien de la elegancia, trato de permanecer moralmente puro”.
La sueltas en cualquier guateque y… ¿lo bien qué quedas? Que me sucedan cosas interesantes no depende de mí, contarlas para Premio Pulitzer sí. Por ahora seguiré escribiendo como pueda, y haciendo que las cosas pasen. Lo malo sería que no tuviera de qué escribir.
Una fotografía del New York Times de la icónica ‘Black and White Ball’…
Para que hables en el próximo Guateque…
La película: Creo que he recomendado por aquí la película ‘El Guateque’. Pero si no… Por algo esta newsletter se llama así. Parte de culpa la tiene esta película de 1968.
La canción: Soy una hortera, pero llevo toda la semana escuchando ‘Energía Bacana’. Me encanta la energía que desprende -nunca mejor dicho-.
El restaurante: Había estado en Casa Orellana hace tiempo, pero no recordaba lo rico que estaba. Quiero volver a comer sus huevos fritos con tartar de atún. Te recomiendo el de la calle Orellana y reservar en su terraza. Parece que estás en París.
(Porque ya sabes que en los guateques se habla de muchas cosas).