La última vez que escribí fue justo por mi cumpleaños… de los 31. Ya tengo 32, hoy es 31 de diciembre de 2024 y muchas cosas han pasado desde entonces. Casi todas felices, por eso he dejado abandonadas las palabras. Soy como esos compositores que escriben esos éxitos con el corazón partío. Se lo he dicho a alguna persona que me he ido encontrando estos meses diciendo que me echaba de menos por aquí: “soy tan feliz que me cuesta escribir algo”.
Ahora ando más triste… Una mezcla de melancolía, anhelo y tristeza, porque este año ha sido precioso… Y porque no ha acabado cómo debería. Pero soy de las que piensa que si escribimos todo lo bueno que tenemos, nos cambia ese chip. Tan fácil como darle al botón de encendido o apagado. Si estás igual que yo, mirando con tristeza el pasado y disipando el futuro con dudas -me parece imposible tener siempre la certeza-, haz algo tan obvio como un repaso por tu vida. Escribe lo bueno que te ha pasado, como esos diarios de gratitud que están tan de moda. Aunque ser agradecido es una tendencia absolutamente atemporal. Como la siempre elegante camisa blanca.
Me he casado. Y ha sido el día más feliz de mi vida.
Mis amigos me llevaron de viaje por toda España y me hicieron disfrutar de días y noches increíbles. Yo siempre lo digo: no importa el destino, lo más importante es la compañía.
Viajé a La India y me di cuenta de que yo siempre había soñado con ir a Jaipur. El dolce far niente con aroma a curry me sentó a las mil maravillas. Todos deberíais viajar a un lugar así. Me falta Bali para marcarme un Julia Roberts.
Hice que todos mis amigos se enamoraran de Menorca, uno de los retos de este año… Y creo que lo conseguí. ¿Momento de felicidad perfecto? Todos en mi isla. No se necesita mucho más.
Toda mi gente tiene salud. Obviemos que mi padre se rompió el brazo. Mi deseo más importante se ha cumplido y que así sea.
Conocí Dubái, esa ciudad efervescente que siempre me había llamado la atención.
Y volé por primera vez en globo en mitad del desierto. El amanecer más bonito de marzo.
Fui a un desfile a París.
Paseé, con Charles Aznavour de fondo, una noche de invierno por Venecia.
Volví a mi ciudad favorita del mundo: Roma.
He publicado tres reportajes en papel. Soy una enamorada de las revistas y a pesar de que son solo tres este año… Algo es algo, ¿no?
Me llamaron para escribir en TELVA Novias. Siempre es bonito que alguien confíe en ti. Lo mejor son las novias que me escriben para agradecerme el haberlo hecho bonito.
Se han casado algunos amigos y compartir su felicidad es el mejor recuerdo. La etapa de casarse recomiendo no saltársela.
Fuimos al Festival de Jazz de San Sebastián a ver a nuestro amigo Marco. Fue un fin de semana muy divertido.
Hubo dosis de Córdoba. Ya lo decía Raffaella Carrá: Para hacer bien el amor hay que venir al sur…
He aprendido que soy una montaña rusa, así que me pongo siempre el cinturón de seguridad y trato de que no me afecte demasiado el vértigo. Conocerse aun más debería ser siempre uno de nuestros propósitos.
Hice nuevas amistades. Nunca está de más hacer nuevos amigos.
Y algunos compañeros me han dicho cosas bonitas que me quedo en el corazón. Son esas personas las que me recuerdan que merece la pena esta profesión.
Me rompieron el corazón, profesionalmente hablando, pero el tiempo -y seguro, un buen proyecto- curará todo.
Lloré de felicidad. En una playa de Santander, en una discoteca de Valladolid y el día de mi boda.
No leí lo que me hubiera gustado pero he disfrutado de algunos buenos momentos de lectura. 2024 fue el momento de descubrir a Paul Austen -lo sé, tiene delito-.
Siempre digo que es mejor no tener expectativas. 2024 me ha demostrado que todo puede ser incluso mejor.
Este año me ha demostrado también que me gusta la mujer en la que me he convertido… Pero también que falta mucho por mejorar.
Y que 2024 ha sido el año de las preguntas. 2025 será el año de las respuestas.
Este 2025 será también el año de volver a la newsletter, de escribir todo aquello que tengo guardado, de volver a esos momentos de reflexión y de seguir soñando escribiendo esto… mientras llega esa columna en el periódico por la que me pagarán 9038479478474 euros. Os deseo un 2025 tan feliz como mi 2024. La etapa de llorar de felicidad recomiendo no saltársela.
Para que hables en el próximo Guateque…
La canción: Mi canción más escuchada de este año ha sido esta.
Una película: ‘Past Lives’ es mi película de 2024. La vi en el avión de Dubái a Madrid y me tocó tanto el corazón que los pasajeros me miraban preguntándose… ‘¿Por qué llora tanto?’.
El libro: Está fatal escrito, pero la biografía de la maharaní de Jaipur, Gayatra Devi, me hizo soñar en la India.
Si te ha gustado El Guateque, reenvíaselo a un amigo para que se apunte. Y si te apetece escribirme, yo feliz. Nos vemos el año que viene.